viernes, 22 de mayo de 2009

El sabor de la victoria


Lo que se planteaba como una tediosa jornada más, con dudosas asistencias e incluso probable nulidad de jornada acabó siendo “el partido”. Sentí lo mismo que sienten los atléticos cuando, después de otra temporada más en mitad de la tabla, se consuelan con haber ganado por un gol tardío en el Bernabéu.La frase del capitán Muñoz sonaba a sentencia lapidaria “Willy, es hoy o nunca”. Con la tranquilidad que da la liga por perdida, de hecho, independientemente de nuestro resultado, vamos a ser los últimos de la tabla y el equipo más goleado de toda la liga (espeo que no de toda la historia).


Y sucedió. Empezamos a tocar con fluidez, vi a Guille abrirse a la banda y en vez de enfrentarse a dos tíos, tocar la pelota a David, que estaba allí apoyándole y éste se la devolvió de primeras. Ése sólo fue el comienzo, Fernando, a parte de ayudar en defensa, se fue arriba y empezó a regatear uno a uno a los defensas y hasta el portero. Y gol.Parecía fácil. Todo lo que habíamos estado queriendo hacer durante la temporada salía ahora de forma natural. Un par de tiros de su delantero desde fuera del área nos hicieron bajar un poco de la nube, pero no, ese día la suerte estaba de nuestro lado y nadie nos iba a amargar la tarde.


Entonces apareció la jugada, el 7, el que nunca hace nada, el capitán desterrado que, como si empapado de los coros culés se hubiera impregnado también del fútbol de Pep, elaboró una jugada en el área contraria digna del mismísimo Iniesta. Toque, regate y gol. De libro.Lo siento de veras por Antonio, Carlos, Chevi … que habéis puesto grandes esfuerzos que os perdierais la primera parte de este encuentro porque fue memorable. No digo que el otro equipo fueran unas máquinas, que no, pero nos habían metido 10 en otra jornada.El caso es que metimos 7 goles, más que en los últimos 5 partidos juntos. Bien es verdad que en la segunda bajamos un poco a nuestro nivel, obviamente por falta de fondo físico, pero el trabajo ya estaba hecho.
La verdad es que los últimos encuentros me habían hecho perder la fe en este equipo, sobre todo por el esfuerzo de tener que perseguir a alguna gente hasta el último momento. Pero creo que la temporada que viene, con un buen ajuste de la plantilla, podemos hacer algo. Sobre todo en el segundo grupo.Al fin y al cabo, hay gente que dice que más vale ser cola de león que cabeza de ratón.